EEUU, Canadá y Europa: las experiencias que mira Chile para diseñar su reapertura
Apoyo a las pequeñas empresas, a los trabajadores que pierden sus empleos o sufren suspensiones temporales y desbloqueo paulatino han sido algunas de las medidas emblemáticas de los países en América del Norte y el Viejo Continente.
- T+
- T-
Pese a que los temores a una segunda ola de contagios de coronavirus son innegables en los países desarrollados, la mayoría ya está implementando planes de reapertura económica, algo que se espera que tome más tiempo en América Latina, el nuevo epicentro de la pandemia.
Chile no es la excepción, y para aprovechar este mes y medio de "retraso de la enfermedad", el ministro de Economía, Lucas Palacios, señaló que el presidente Sebastián Piñera les encargó analizar "críticamente" las medidas de reactivación de países como Estados Unidos, Canadá o Europa, observar sus estrategias para generar ocupación y la capacidad de inversión y determinar qué ha funcionado y qué no.
Aunque en EEUU la Casa Blanca presentó lineamientos generales para la reapertura, la lógica ha sido que cada estado maneja su propia respuesta a la pandemia, y la semana pasada casi la totalidad ya estaba en alguna fase del levantamiento.
Florida, Ohio, Tennessee, Georgia y otros estados del sur fueron los primeros en anunciar que reabrirían playas y comercios a fines de abril, siendo particularmente recordado el caso del último, ya que el gobernador Brian Kemp comenzó la reanudación de la economía con la apertura de peluquerías, salones de belleza y gimnasios, para luego sumar cines y restaurantes. En Oklahoma volvieron a operar tiendas de mascotas, restaurantes y cines entre fines de abril y comienzos de mayo, mientras que Carolina del Sur volvió a abrir tiendas minoristas el 20 de abril.
Completamente es el caso de los estados que concentran la mayor cantidad de casos en el país, Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, donde el gobernador del primero, Andrew Cuomo ha sido uno de los principales opositores a Trump y ha defendido el garantizar una "reapertura económica segura". A mediados de mayo se reabrieron parcialmente algunas regiones de Nueva York, cuya condición era cumplir con criterios mínimos como camas de hospital o capacidad de testeo, entre otros. Y con motivo del feriado de este fin de semana se sumaron las playas a los lugares que se pueden visitar, pero funcionaron a un 50% de su capacidad para evitar contagios.
Pero, además, tanto el Congreso y la administración de Trump como la Reserva Federal han tomado medidas sin precedentes para evitar el colapso económico.
En marzo se aprobó un proyecto histórico de US$ 2,2 billones (millones de millones), denominado Ley Cares, que ha permitido realizar pagos directos a personas -US$ 1.200 por adulto que gana menos de US$ 75.000 al año-, un seguro de desempleo más fuerte, préstamos y subvenciones a empresas -más de US$ 350 mil millones en préstamos a pequeñas empresas- y más recursos de atención médica.
Previamente, se habían aprobado dos leyes de emergencia, una de US$ 8,3 mil millones en fondos médicos de emergencia; y la segunda de US$ 108 mil millones para ampliar las licencias y el seguro de desempleo.
Pese a la magnitud del paquete, a fines de abril se aprobó otro de US$ 480 mil millones destinado a pequeñas empresas y hospitales.
Te puede interesar: Pablo García (BC) asume mayor golpe económico de la cuarentena: "Hemos tenido malas noticias"
Actualmente, se está discutiendo un plan de reactivación adicional, aún mayor -de US$ 3 billones- impulsado por los congresistas demócratas, que ya fue aprobado en la Cámara de Representantes pero que cuenta con oposición en el Senado y gobierno.
Uno de los focos del discurso de Trump en respuesta a la pandemia ha sido el esfuerzo por encontrar la vacuna al virus, y se han destinado más de US$ 3 mil millones a investigación en dicha arista.
Adicionalmente, la Fed se comprometió a hacer todo lo que sea necesario para evitar el colapso económico, y ya bajó las tasas de interés a un mínimo histórico del rango de cero a 0,25%, además de realizar grandes compras de bonos y prometer préstamos a las empresas, los que no se están entregando todavía.
Canadá
En Canadá, las provincias y territorios están comenzando a retomar actividades esenciales suspendidas a fines de marzo, pero las restricciones a los viajes, el cierre de fronteras -incluído EEUU- y de escuelas siguen vigentes.
Apoyar la atención de salud, la investigación médica, a los trabajadores enfermos o en cuarentena y los ingresos individuales han sido algunos de los focos principales del gobierno de Justin Trudeau.
En total, el Plan de Respuesta Económica Covid-19 del gobierno de Canadá proporcionará hasta 27 mil millones canadienses (US$ 19.310 millones) en apoyo directo a trabajadores y empresas canadienses, lo que permitirá que los empleadores mantengan a sus trabajadores empleados durante la recesión temporal que supone el el brote de coronavirus.
El Beneficio de Respuesta de Emergencia de Canadá -apoyo a ingresos individuales-, costará cerca de 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. La medida paga 2.000 dólares canadienses (US$ 1.430) por mes a quienes han perdido sus ingresos por la pandemia, hasta por cuatro meses.
Para apoyar a las empresas, el principal programa -equivalente al 3% del PIB- proporciona hasta un 75% de subsidio salarial a las firmas, el que estará vigente hasta agosto y retroactivamente hasta el 15 de marzo.
Además, se otorgarán préstamos sin intereses por hasta US$ 28.608 a pequeñas empresas y organizaciones sin fines de lucro, para ayudar a cubrir sus costos operativos durante un período en que sus ingresos están bajos.
Unión Europea
Europa ha seguido una lógica similar a EEUU, ya que hay pautas y medidas comunes coordinadas por la Comisión Europea, pero los países miembro del bloque también han diseñado e implementado sus propias acciones.
La UE y sus estados miembros han movilizado en total casi 3,4 billones de euros (US$ 3,7 billones) para hacer frente a los impactos de la pandemia, de los cuales 430 mil millones de euros corresponden a medidas fiscales, 2.240 mil millones de euros a medidas de liquidez para apoyar a empresas y trabajadores y 100 mil millones de euros a la iniciativa SURE para financiar planes de trabajo a corto plazo, entre otros.
En particular, los países han realizado un esfuerzo importante para subsidiar la suspensión temporal de contratos de trabajo, que a fines de abril estimaban que podría costar a las cinco economías más grandes del continente -Alemania, Francia, Italia, España y Reino Unido- más de 100 mil millones de euros.
Pero fuera de los estímulos, las naciones europeas llevan varias semanas tanteando fórmulas y dando los primeros pasos para reabrir sus economías paulatinamente. Austria, Dinamarca y Alemania fueron algunos de los que lideraron en este aspecto, y primero permitieron que los negocios de menor tamaño volvieran a operar, seguidos de las firmas más grandes, y ahora incluso los colegios retomaron clases, con medidas de aislamiento y precauciones.
El proceso fue más lento en los que se han visto más afectados, o sea Italia, España y Francia, pero por estos días todos han relajado las cuarentenas totales e incluso permiten a los ciudadanos asistir a parques, plazas y playas.